Asesinato doble



Hace meses, en la ventana donde el horizonte de mi ciudad me lanzaba a la cara curiosa miles de otras ventanas llenas de historias desconocidas, llegó una pareja de palomas: él, negro como el vidrio de los ojos cuadriculados del CitiBank, con su pata izquierda hecha un ovillo informe (muy parecido a mi… pata izquierda), ella, blanca como la paz, con trazos negros de guerra vislumbrada, sutil en el oído de la mirada. Ellos escogieron mi ventana para el apareamiento, un lujo de rituales se sucedieron en el brocal cuyo abismo de trece pisos era ignorado. Ella, pequeña, coqueta entre sus plumas y aires seductores… él, grande, oscuro, contrahecho y seguro de su poder reproductor. Encima de ella, brevemente, sus alas abanicaban con furia el futuro de la especie, ella, abierta, recibía con júbilo inocente todos los destellos de su aleteo estratégico; prendieron un día de blanco profundo dos huevos repletos de vida… dos pichones abrieron sus ojos nuevos hacia la misma ciudad y las mismas ventanas tentadoras.

Hoy, el y ella se turnan el cuido, van y vienen con el alimento y el amor que no es amor para las gargantas ávidas de plumas, vuelo y vida.

Entretanto todo lo que entra, sale… el nido se llena de la mierda que aun no sabe volar. La mierda despoja olores orgánicos que ansían libertad y se cuelan por los resquicios de mi ventana, inundando mi espacio, mi nido… tal vez (sólo tal vez) pequeños agentes de clamidiosis, histoplasmosis, crytococcosis avizoran curiosos los orificios de mi nariz a menos de un metro de distancia. Más allá, mis pulmones, mis venas, mi capacidad para andar sobre mis piernas cada día.

Una rebelión de negaciones se apersona en el dilema. Este olor a mierda lleno de candidez de dos hermosos pichones me agujerea la vida, me enloquece las horas frente a mi ventana, frente a mi laptop donde escribo estas líneas y otras con las que pago el supermercado cada semana. Una mosca inédita hace equilibrio en el borde del vidrio de romanilla, mientras yo –en terrible y doloroso debate interior- planifico mi primer asesinato doble…

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Aquí y ahora

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