Lecciones del supermercado 1: Poniendo límites



“HASTA AQUÍ” leo en la barra triangular en la correa transportadora de la caja del supermercado donde realizo mis compritas semanales.

La compradora que me precede, ha terminado de poner el último artículo de su compra en  la correa y coloca, con una gran sonrisa y un gesto seguro, la barra en cuestión, para indicar el límite preciso entre su compra y la mía.

En ese instante, esta frontera cotidiana me dispara la reflexión de la importancia de los límites… trato de imaginarme el equivalente a la barra de “HASTA AQUÍ”, pero en la interacción con otros en ese otro mundo real fuera del supermecado.

Ese “HASTA AQUÍ”, se traduce como “yo llego hasta aquí y tú inicias a partir de aquí”, o “donde termino yo, empiezas tú”, o “de aquí para acá estoy yo, y de aquí para allá estas tú”, o simplemente: “estos víveres hasta aquí los pago yo, tú pagas los que vienen”.

Aun disfrutando de la sonrisa franca y de la sutil firmeza con que la compradora definió la frontera entre nuestras responsabilidades en esa caja registradora,  me fantaseo lo fantástico que sería que todos supiéramos poner, con esa misma sonrisa y seguridad en el gesto, los límites necesarios para una convivencia donde ganemos todos…  

1 comentario:

Acerina dijo...

"¡Hasta aquí!"

Frase que no deberían ponernos en los supermercados o cualquier otro comercio o servicio.... frase que nosotros deberíamos decirle a unos cuantos a los que nadie les para el trote!

Salu2!

Aquí y ahora

Aquí y ahora