Al ritmo de la Vida...


Martes, 7:00 p.m.: sentada en círculo con mis compañeros de biodanza, escucho atenta los sentires expresados por cada uno, ingredientes vitales de nuestra danza en ciernes; luego de una ronda plena de historias, pétalos de una enorme margarita que se va deshojando con Amor, Nelson Galante, nuestro cálido y sabio facilitador, pionero de la Biodanza en Venezuela, deja caer en el centro de esa flor humana la más deliciosa e invitadora pregunta: "¿qué les parece si danzamos?"

Ahora de pie, tomados de la mano, volvemos a dibujar un círculo en el espacio, dando inicio a la sesión bajo la noche serena que nos cubre y observa embelesada, desde un resquicio del patio de la casa que nos recibe con alegría en la ciudad de Caracas..

Inicio así un viaje de dos horas a través de la trascendencia, la vitalidad, la creatividad, la sexualidad y la afectividad… dejando que mi Ser, ese Todo habitando un cuerpo de miles de millones de células amantes de la vida, dance sin límites y sin ego por ese espacio sagrado de encuentro conmigo, con el Otro, con el Universo que soy y del cual formo parte al mismo tiempo.

A ratos, cierro mis ojos y entonces soy puro movimiento, respiración, vivencia y libertad en la oscuridad radiante más allá de mis párpados… a ratos los abro y los invito a encontrarse con otros ojos, a abrirse ante ellos, a dialogar con ellos, a danzar con ellos, a hurgar en ellos… ventanas que conducen a otros mundos que también son mis mundos, sin serlo.

La música penetra mis células y las alborota, o las apacigua, las acaricia o las golpea, las enciende y las sacia… y las pone a danzar al ritmo de un “aquí y ahora” irrepetible y único.

Cada martes, espero con emoción esta conjunción mágica de danza, vida, música, movimiento y contacto profundo con otros maravillosos seres humanos, y agradezco infinitamente a Rolando Toro, insigne psicólogo, antropólogo, poeta chileno, creador de la biodanza y a Nelson Galante, su magnífico discípulo y emigrante maestro llegado desde el Sur, su generosidad y maestría para obsequiarme este instante infinito en el que me convierto en danza y en el que descubro finalmente mi lugar en el cosmos.


3 comentarios:

Francisco Pereira dijo...

Un bolero con el yo.
Un abrazo Luisa.

Yvis Mata dijo...

Para mí también es un goce danzar contigo, con el maestro Nelson Galante y todos los biopanas de este maravilloso grupo de los martes en Chuao, Caracas.

Yvis Mata dijo...

A mi también me encanta biodanzar contigo Luisa Elena, junto a nuestro maestro Nelson Galante y los queridos biopanas de este grupo de los martes en Chuao, Cacacas. De 6:00pm-9:00pm.

Aquí y ahora

Aquí y ahora