Vivir en peligro


Lo intuía, lo sentía, lo imaginaba… hasta este instante en que los resultados del estudio publicado por la revista Foreign Policy, se encargan de abofetearme esta verdad con la noticia sin retorno de que vivo en la ciudad más peligrosa del mundo: Caracas, con 130 homicidios por cada 100.000 habitantes, seguida por Ciudad del Cabo en Sudáfrica con 62 homicidios por 100.000 habitantes, (más de 12 por 100.000 hab. es considerado motivo de preocupación por organizaciones expertas en el tema).

Me estremezco, pienso, busco en mi mente: No hay familia conocida por mí (comenzando por la mía) que no haya aportado a la fuerza su número a las estadísticas de la violencia, bien sea de robo o hurto, secuestro express u homicidio.

Sigo navegando en los números y encuentro que el 82% de los venezolanos vivimos con el convencimiento de que existen altas probabilidades de ser atacados para robarnos en cualquier momento, 53% hemos sido víctimas (o alguno de nuestros parientes) de la delincuencia en los últimos meses.

Cifras y más cifras que albergan historias de horror, dolor, síndromes post-traumáticos, impotencia, rabia, miedo.

En este instante en que todas estas cifras suenan en las teclas mi laptop, observo por la ventana la estampa de un hermoso día de sol, claro y colorido; miro a Caracas desde mi piso 13, mientras ella me mira a mí con sus mil ojos cuadrados, guardianes de millones de aconteceres. Tomo conciencia de lo que significa emprender el rumbo de la Vida cada mañana en esta ciudad acechante y al mismo tiempo invitadora, amada, natal. Me pregunto ¿cómo lo hago? ¡y ciertamente lo hago! ¿qué hago para defender la Vida (así, con “V” mayúscula), la Vida luminosa, con sus momentos de alegría y ganas de seguir, la Vida de logros, de compartir, de hacer, de aprender, de soñar, de dar, de recibir, de moverse, de amarse, de dormirse en paz, la Vida de producir, de construir, de ir y regresar ?

¿Cómo hago para salir a la calle? ¿para adentrarme con valentía en la noche urbana cuando me invita emocionada con presagios de disfrute o cuando me recuerda mis deberes de madre choferesa? ¿cómo hago para alegrarme cada vez que mi auto aun me espera en el sitio de la calle donde lo dejé? ¿Cómo vivo en la ciudad más peligrosa del mundo? ¿Cómo hago para no morirme de miedo? ¿para no tener pesadillas y despertarme en la mitad de noche con milisegundos de duda sobre si los bombazos de mi corazón responden a la realidad o al sueño?

Muchas preguntas, una sola respuesta: ELIJO.

______________________


Fuentes:
The List. Murder Capitals of the World. Foreign Policy. Sept. 2008.
David Paulin. Caracas Murder Capital of the World. Oct. 2008.
Alfredo Keller y Asociados. Estudio de Opinión Pública Nacional. Sept. 2008.
Tulio Hernández. Pueblicidio. Siete Días. El Nacional. 5-10-08


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin ánimo de ser pesimista pero con la realidad del secuestro express sobre el tapete te puedo decir que lo más aterrador de vivir en la ciudad mas peligrosa del mundo es que otros eligen por tí (eligen quitarte la vida, la libertad de vivir la vida como quisieras, el carro, la tranquilidad, los reales, etc.)

Cuando te quitan la libertad de vivir la vida como quisieras la gama es amplia, desde secuestrarte hasta limitar por dónde circulas y a qué horas. Amo a Venezuela y me duele mas de lo que imaginas pero no puedo ver el futuro con tranquilidad porque hay armas... muchas armas... ¡¡¡en las manos equivocadas!!! y hay impunidad... ¡¡¡mucha impunidad!!!.

El sobrino (15 años) de Carmen Da Silva decía que quería ser grande liga del beisbol para sacar a su familia de El Valle y... lo mataron cuando iba caminando a llamar por teléfono. Al ahijado de Patricia, la niñera, lo mataron enfrente de ella cuando fue a cantarle las mañanitas por su cumpleaños, ...

Le pido a Dios porque nos permita continuar eligiendo ;)

Mariu

Reni dijo...

Si, vivimos en la ciudad mas peligrosa del mundo. De eso no quedan dudas pero:
No hay vida sin riesgo...
Lo unico que podemos hacer es tratar de estar vigilantes, tomar precauciones, usar nuestro sentido común, no bajar la guardia y seguir adelante.
No vivir por temor acaso no es morir?
reni

Reni dijo...

Buscando sobre la violencia me encontre con Mahatma Gandhi:

La violencia es el miedo a los ideales de los demás.

La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.

No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.

Mahatma Gandhi

Anónimo dijo...

Yo también soy caraqueña de nacimiento, de disfrute, de admiración, de padecimiento y de supervivencia y de elección… que vaina!

La Hija de Zeus dijo...

Aún cuando me da rabia no poder hacer cosas que en otros paises son "normales", en terminos generales me hago de la vista gorda, sé que la inseguridad está allí, la miro de reojo, la intuyo y pretendo ignorarla, no obstante tomo precausiones, y claro está la pido a Dios que proteja a mis seres amados y a mi misma..

un abrazote...
nos vemos el sábado.
PD recuerda enviarme los testimonios.

Aquí y ahora

Aquí y ahora