¿En la boca de un túnel negro? ¿Al filo de la tormenta?

Foto: Antonio José González Fernández - Maniapure 2008

Luego de varios años de aprendizaje consciente adquiriendo y usando poderosas herramientas como la terapia Gestalt, el Budismo y la meditación, acerca del poder de vivir en el presente, aceptando sus regalos, traigan alegrías o quiebres desestabilizadores, me descubro hoy frente a la neurótica sensación de estar entrando en la boca de un túnel negro o al filo de una feroz tormenta donde me esperan grandes renuncias y duelos, producto de grandes cambios naturales en la vida tales como el deterioro paulatino preparatorio para partida definitiva de mis ancianos padres, la desintegración geográfica del núcleo familiar y filial por emigraciones planificadas a Colombia y Canadá en busca de la vital consolidación del amor y la vida en pareja, por un lado y de una vida más segura y llena de oportunidades para los más pequeños de la familia, por el otro .

Y el solo hecho de mirar frente a mí “un túnel negro” o “una feroz tormenta” y no cualquier otra cosa, como p.e. “un puente colgante hacia la sabiduría” o “un camino de oportunidades para crecer”, me dispara las primeras señales de alarma ¡Ohh buenas noticias Coach: Escuchas las señales de alarma!!!

Aguzo el oído, y escucho las palpitaciones del miedo a lo desconocido, los rugidos amenazantes de la angustia malsana y anticipatoria, los susurros cómplices de la necesidad de esconderme, de huir, de no ver, de no atravesar… Reconozco un cambio dentro de mí, algo que me impide ver claramente de qué se trata todo ésto.

Y las señales de alarma hacen su trabajo y me llevan a tomar acción ¡Otra buena noticia Coach: Tomas acción!

Tímidamente asomo la cabeza al mundo en un grito silencioso de ayuda desde el status del Facebook y comparto: “La vida poniéndome a prueba... Tarde o temprano sucede. Hora de sacar y aplicar todo el conocimiento de mi misma y mis fortalezas...” y casi de inmediato aparecen mensajes de amigos y conocidos que siento cerca, que me acompañan en esta “prueba”, comienzo a encontrar claves para actuar en citas publicadas por mis amigos en la red social, claves que soy capaz de ver, sentir e incorporar. ¡Bendito seas Zuckerberg por haber inventado este espacio en el que sorprendentemente encuentro al Otro solidario desde sus azules rectángulos de comentarios como un puente mágico que me conecta con el afecto y la sabiduría!.

Descubro, o más bien, reconfirmo, que necesito prepararme, fortalecerme, cuidarme para emprender ese camino que ya no se ve como un túnel negro o una destructiva tormenta que se avecina, sino como lo que vendrá inevitablemente, como lo que ES y lo que será, haga lo que haga. Descubro que es el momento, en efecto, de usar lo que enseño a otros en mi rol de Coach, de ser congruente, de sacar para afuera todos mis potentes recursos, cultivados y atesorados a lo largo de mis años de vida.

Escribir este post conjura el reconocimiento de estas necesidades, así como asistir a mis sesiones semanales de biodanza en las que me conecto conmigo misma y con los otros maravillosos seres del grupo desde la danza espontánea de la Vida, así como buscar el necesario silencio para encontrarme en la meditación y la escritura, y también re-encontrarme con un espacio terapéutico en Psicodrama o Gestalt que sacuda los cimientos de mi mirada y desenmascare las temibles alienaciones de lo que Soy, audaces saboteadores de un transitar sano y consciente por las cambiantes veredas de la vida.

Yo la Coach, mentora y guía de tantos, tomo de Kaiser Petzoldt, un hermoso ser que me regaló el Programa Internacional de Liderazgo 2 de Forja Consultores liderizado por Eduardo Martí, al que asistí como invitada, y que ahora me acompaña desde el Facebook con su amoroso comentario a mi mencionado estatus: “Querida Luisa, eso lo conozco como la Ley de la Reversibilidad y es el que pone a prueba todo lo que manifestamos o dijimos ! ! ! sin embargo lo bello de esta Ley es que te permite vivir con tu verdad, lo que es, es ! ! !”

En este instante sólo siento la inmensidad sanadora de estas líneas que me he regalado esta tarde de recogimiento y que –tal vez- te has regalado tú también por alguna indescifrable razón si has llegado a este punto y seguido. Vivo con mi verdad (como dice Kaiser) y la comparto contigo hoy, sigo mi camino, camino al fin… sin túneles ni tormentas, esas perversas triquiñuelas de mi mente, salpicaduras inevitables de esa neurosis que un día me construyó y que aun regresa ciertos días en los que amenaza con llover a cántaros.


1 comentario:

ANGONFER dijo...

Excelente tu nota de hoy Luisa... A mí también me ha ocurrido en estos días algo similar con facebook, cuando encuentro que las frases publicadas por mis parientes, amigos y conocidos, bien sean originales de ellos o copiadas de forma anónima de alguna parte o de algún autor reconocido, parecen escritas y dirigidas a mi personar porque coinciden exacta y precisamente con los momentos y situaciones que estoy viviendo hoy.
Hay algunos pocos que saben lo que estoy pasando (separación) y me escriben cosas muy alentadoras, pero la mayoría no lo sabe pero sus publicaciones son muy certeras y oportunas. Esta nota tuya de hoy, también la considero muy oportuna para mí; pero la siento muy especialmente dirigida hacia mí, aunque tú no tuvieras esa intención, por el hecho de haber seleccionado mi foto para ilustrarla.
Las tormentas generan cambios, algunas veces la sola amenaza de tormenta impulsa cambios importantes, otras veces los cambios ocurren durante la tormenta y siempre, después de la tormenta... ¡Brilla el Sol!
Vienen grandes cambios para todos y debemos estar preparados para enfrentarlos y superarlos, con sabiduría, con desprendimiento, con confianza y con mucha fortaleza.
La oruga que somos va camino a la transformación en una espectacular mariposa, pero para ello tendremos que pasar por muchos cambios.
Muchas gracias prima por esta nota tan especial y muchas gracias por haber seleccionado mi foto para ilustrarla.
¡Sigue adelante que los caminos son para caminarlos!

Aquí y ahora

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