Lunes, un lujoso local, salón VIP: el gerente de la empresa ha convocado a sus empleados para informar los números finales del recién terminado año fiscal. Esos números que tanta vida dejada de vivir atestigua en los recuerdos que nunca fueron.
Columnas que avanzan desde el 2005 hasta el 2007 (año que cierra) y osan asomarse al 2008 con réplica multiplicada de números y más números que escritos en láminas, papeles, proyecciones electrónicas se asoman con feroz intención de ser el principal norte del esfuerzo diario, la brújula implacable del camino a seguir.
Debutan las buenas noticias, crecimiento, primeros lugares… las felicitaciones de rigor hacen gala con su dosis prescrita de entusiasmo, los mesoneros van y vienen llenando las venas de vino para sonreír por aquello que no se dice… le siguen las líneas denominadas “retos” para el próximo año, números que siguen saliendo de la chistera y que significan más trabajo , más viajes, más horas frente a monitores egocéntricos de todos los tamaños, más retos. “Retos”, lograr más con lo de siempre, hipotecar los momentos de ocio, de familia, de pareja, de encuentro con la Vida, para perseguir con ferocidad esos números que cuelgan en el horizonte del 2008, luego del 2009… y asi sucesivamente.
Desde la orilla de la palabra “free” de la “free-lance” que soy, brindo conmigo misma por haber escogido estar en este palco privilegiado desde donde yo escojo qué números perseguir, a qué velocidad, en qué ciudad y en qué lugar de prioridad.
Yo escojo.
Columnas que avanzan desde el 2005 hasta el 2007 (año que cierra) y osan asomarse al 2008 con réplica multiplicada de números y más números que escritos en láminas, papeles, proyecciones electrónicas se asoman con feroz intención de ser el principal norte del esfuerzo diario, la brújula implacable del camino a seguir.
Debutan las buenas noticias, crecimiento, primeros lugares… las felicitaciones de rigor hacen gala con su dosis prescrita de entusiasmo, los mesoneros van y vienen llenando las venas de vino para sonreír por aquello que no se dice… le siguen las líneas denominadas “retos” para el próximo año, números que siguen saliendo de la chistera y que significan más trabajo , más viajes, más horas frente a monitores egocéntricos de todos los tamaños, más retos. “Retos”, lograr más con lo de siempre, hipotecar los momentos de ocio, de familia, de pareja, de encuentro con la Vida, para perseguir con ferocidad esos números que cuelgan en el horizonte del 2008, luego del 2009… y asi sucesivamente.
Desde la orilla de la palabra “free” de la “free-lance” que soy, brindo conmigo misma por haber escogido estar en este palco privilegiado desde donde yo escojo qué números perseguir, a qué velocidad, en qué ciudad y en qué lugar de prioridad.
Yo escojo.
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